miércoles, 3 de julio de 2013

Construyendo una personalidad

Hace semanas que no escribo nada... Los exámenes combinados con el trabajo y los dos niños han tenido la culpa de eso... Pero ya he vuelto con la satisfacción de haber vencido a la pereza, a la falta de ganas y a la desmotivación... Muchos monstruos, pero menos fieros que yo!
En todo este tiempo han pasado muchas cosas en casa. Mario crece de manera incontrolable ya. Y no, no hablo de estatura ni de peso. Me refiero a la personita que es, que se define cada día dentro de él.
Ha entrado en la fase de no callarse ni debajo del agua. Todo, TODO!, lo repite, así que tenemos que cuidar mucho lo que decimos... Qué peligro! Además pregunta constantemente "qué es eso?", "y eso?", y "por qué es así?" o "tú también vienes/tienes/quieres/eres/etc, mami?", "dónde está papi?", "dónde se ha ido?", y así hasta el infinito y más allá... Reconozco que a mi me hace gracia (será porque yo tampoco me callo nunca...), pero a su padre lo tiene frito!
Hasta ahora Mario ha sido (y es) un hermano mayor ejemplar. No ha manifestado celos, se muestra cariñoso en todo momento y se deshace en cuidados con su hermanita. Pero en el fondo de mi corazón sabía que tarde o temprano llegaría este momento...
Carmen ha crecido también, y esto sí que es imparable! Ha empezado a jugar, a reir a carcajadas, a balbucear, a hacer monerías y a captar la atención de todos. Y a pesar del amor profundo que se tienen, la admiración incontenida y recíproca, Mario empieza a reclamar su posición. Se empeña en marcar sus funciones como hijo y como hermano. Reivindica sus derechos dentro de la familia. Ahora ya no come determinadas cosas (en casa, porque en la guarde se lo come todo) porque dice que "son de bebés", como la fruta (!!!???) o los aspitos. Busca las miradas e incluso el aplauso, y no se corta en pedirlo cuando coge la guitarra o toca la batería! "Aplaude, mamá!", me grita desde el otro lado del salón. Y parece, por sus palabras, que tiene ganas de dejar de ser mi bebé porque no para de repetirme que ya es grande... Benditiño mío!
Entre sus nuevas aficiones, aparte de la música, claro está, están la de regar el jardín con papá, la de conducir en las rodillas de papá o jugar con papá a los coches... Y es que últimamente es con papá con quien pasa la mayor parte del tiempo. A mí me pide que le cuente hisotrias y cuentos en la cama antes de dormir y eso me sobra para sentirme la madre más afortunada del mundo!
Sé que es ley de vida, algo inevitable, pero me resulta demasiado pronto para ver el paso de bebé a niño de mi hijo mayor... Sin embargo, ahora que lo escribo, veo cómo claramente empieza a construir su personalidad con una gran combinación de las personalidades de mamá y papá y esto no puede hacer más que causarme una mezcla extraña de orgullo, alegría y expectación. Y deseo, el deseo de que sigamos construyendo juntos  esta magnífica personalidad!


2 comentarios:

  1. Como te entiendo....nuestra Pippy quiere incluso que le llame la atención a ella también cuando me enfado con Piggy..celos celos..celos...pero cuanto amor entre hermanos. Un beso parrula..(echaba de menos tus maravillosas entradas)

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  2. Me encanta que el nene te pida que le aplaudas, tiene bien claro lo artista que es. Soy Lourdes

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