miércoles, 1 de mayo de 2013

Los brazos son para abrazar...

...Y los labios para besar! Ay, qué bonito sería el mundo si estos usos fueran exclusivos... Bueno, éstos y también las caricias y palabras bonitas, de ánimo, de amor, de apoyo, de aliento... Pero la realidad es otra...
Yo, a pesar de todo, intento cada día cumplir con este deseo manifiesto de hacer el amor y no la guerra. Y lo hago como puedo, como alcanzo, a base de inculcarle a mis tesoros la importancia de querer, de amar, y de hacérselo saber a los demás. Decir te quiero, manifestar "estoy aquí, a tu lado" y hacer sentir a quienes me rodean que son muy importantes para mí.
Desde que nació Mario he venido escuchando eso de "ay, nena, no lo cojas tanto que se va a acostumbrar"... O, todavía peor, "que se va a malacostumbrar!" Muchas veces, esos comentarios vienen de personas muy cercanas; familiares, amigos... Pero en serio hay alguien que piensa que buscar el calor de unos brazos, y más aún los de una madre, que buscar abrazos y besos o, simplemente, el contacto de la piel es una mala costumbre!??? Para mí no lo es. Todo lo contrario! Es lo mejor y más bonito que tenemos en este mundo hostil. Es tierno. Por eso yo he decidido criar así a mis hijos, con apego, con caricias, con muchos "te quiero". Les doy coliños (una preciosa expresión en gallego que significa que les mezo en mis brazos) para dormir, para besarlos, para calmarlos o solamente para entretenerlos y tenerlos cerquita. Y lo agradecen tanto! Con preciosas sonrisas, dulces sueños y muchos, muchos besos...
Hace unos días la prensa española publicaba un estudio sobre el efecto de los brazos maternos en el que, a los más escépticos, se le explican todos sus beneficios de una manera más científica. Aunque para mí que lo diga o no la ciencia no es tan relevante; criar es cuestión de observar e intuir...
Y no, yo no puedo dejar a mis bebés llorar... A mí escuchar el llanto de mis hijos me provoca ansiedad y estrés. Sé que es, durante sus primeros momentos y hasta que son capaces de hacerlo de otra forma, la única manera de expresar sus sentimientos y necesidades. Y quién mejor que un padre o una madre para descifrarlos, entenderlos y cubrirlos... Al menos así pienso yo y, por tanto, actúo en consecuencia. Que se acostumbran a mis brazos? Pues qué maravilla! Porque que nadie os engañe! Esto pasa tan deprisa que ni te das cuenta, y antes de que empieces a cansarte lo echas de menos! Eso sí, cuidado con las espaldas, la mía me está matando!


6 comentarios:

  1. eres de mi escuela. dar colitos es lo mejor del mundo ! el calorcito que se les da,lo cerquita que se tienen. y lo bien que huelen ? creo que lo necesitan ellos más que nosotros ! ayer estuve en casa de mi nueva sobri, y no hice otra cosa más que tenerla en brazos y mirarla. besos y abrazos .

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  2. ay los coliños, qué ricos!!!

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  3. Vaya, creía por el nombre del blog que estaría relacionado con el libro de mismo nombre que sacó a la venta López Iturriaga.

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    Respuestas
    1. Siento tu decepción... Aquí el subtítulo lo deja claro: "O cómo ser una madre feliz y no morir en el intento"

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