jueves, 21 de marzo de 2013

Sapore di sale...

Sí, ya sé que acabamos de inaugurar la primavera, pero aquí sigue haciendo fresco... Yo, que tengo el cuerpo y la mente preparados para aguantar lluviosos y fríos inviernos, como buena gallega que soy, ya me he cansado de éste! Y me he cansado tanto de la nieve, las temperaturas bajo cero y los días negros que ya no me conformo con la primavera... Quiero que llegue el verano! Quiero que llegue y se quede para siempre. No importa que el calor apriete, o que el suelo empedrado de la ciudad queme las plantas de los pies. Quiero salir a pasear con mis hijos a última hora de la tarde, bañarme en la piscina y cenar en el jardín. Quiero ir a Galicia, disfrutar de la playa y tomar el sol. Pero de lo que más ganas tengo este verano es de vestir a mi muñeca con sus vestiditos, braguitas y capotitas! Ay, pero qué fan soy de jugar a "Mariquitas Pérez"! Si ya lo hacía con Mario aunque con un aire informal (a su padre no le gustaba nada cuando le ponía capotas... con lo guapo que estaba mi niño!). Pero ahora estoy deseosa de ponerle a Carmen todos los conjuntitos que tengo en su armario!
Hoy he deseado el verano porque esta mañana, mi querido cartero ha venido a casa a traerme un paquete hecho con mucho mimo desde Galicia. Es de una amiga, María, ex compañera de trabajo allí, que me manda vestiditos muy fresquitos, de piqué, de flores, rosas, verdes y azules... con sus chaquetitas tejidas a mano por su madre (una delicia!), algunas capotas a juego, y ropita de playa... Y todo perfectamente empaquetado, con un olorcito a limpio que te atrapa y, claro, con todo eso entre mis manos he cerrado los ojos y me he visto en Portonovo, con mis pequeños, jugando en la arena, paseando por el pueblo, y disfrutando de parte del verano en familia. Llevo muy mal eso de vivir lejos del mar. Y eso que yo soy de Ourense, la única provincia gallega que no lo tiene... pero saber que está a tiro de piedra no tiene precio!
Hoy he pensado en el próximo verano y mi mente se ha llenado de imágenes del pasado. Es curioso! He recordado a mis vecinos de la playa, a la pandilla del camino, los mercadillos que montábamos en las escaleras de la entrada de casa, los atardeceres en la orilla, los días al sol, las excursiones a las rocas, las peleas de primos, los amiguitos de castillos de arena, las sardinadas, los culetines preciosos que nos ponía mi madre y un sinfín de cosas que hacen que el verano siempre haya sido para mí lo mejor del año! Mario ya ha pasado dos veranos en la playa y podemos decir que le ha encantado por lo mucho que ha disfrutado saltando las olas, salpicando a su abuelo y llenando todo de arena... Me alegra muchísimo,  porque yo quiero que mis hijos tengan el día de mañana ese buen sabor de boca que han dejado en mí los veranos de mi infancia... Quiero que mis pequeños también quieran sentir ese "sapore di sale" cargado de recuerdos y buenos momentos...





2 comentarios:

  1. creo que te estás haciendo mayor ... jejejeje. digo,el haber sido madre te ha hecho crecer de todo. recordar tiempos pasados ; eso me paso yo el día haciendo.recordando a los míos, mis pandis, las espaldas negras del sol de estar horas hablando tirados en la arena,las excursiones con besitos de botella, las carreras de bicis, las escapadas a panjón por el río con alguna que otra "casual" caída ...podria llenar tu blog de recuerdos. me encanta ! besos. paloma

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  2. Y tanto, querida! Pero y lo bonito que es crecer con esos recuerdos?

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