sábado, 13 de abril de 2013

Sonríe, por favor!!!

A pesar de ser un día triste por su marcha, ayer la tita Bea nos hizo sonreir! Y lo hizo con los únicos disparos que no hacen daño: los de su cámara. Con muchos clicks por segundo hizo fotos de todos! De Carmen logró unos retratos preciosos, cargados de ternura, naturalidad y miradas dulces. Y de Mario... de Mario hizo, como siempre, fotos super divertidas, llenas de macarrismo, caradurismo y rock and roll, porque el granuja se sacó la batería al jardín! Yo, que estaba en casa mientras mantenían su particular sesión, solo oía golpes de baquetas y carcajadas de risa, señal de que todo estaba yendo bien.
Arturo y yo también aprovechamos, ya que teníamos a la fotógrafa de la familia en casa, para hacernos unas fotos con los niños; nuestros primeros retratos de familia. Tuvimos además la suerte de tener un invitado excepcional últimamente: el sol; y los colores que captó con su objetivo quedaron muy bonitos. Pero lo mejor, lo mejor de todo, fue, sin duda, el rato de risas y sonrisas que pasamos juntos.
Hoy, ya sin Bea pero todavía con el sol (y calor por fin!!!) continuamos ejercitando nuestras sonrisas. Las intercambiamos desde la mañana, porque no hay nada mejor que recibir un nuevo día con una, dos, o tres sonrisas al abrir el ojo... Y es que esto de ver a la primavera hecha realidad (yo ya empezaba a pensar que no existía, que eran los padres...) da muchas ganas de sonreír! Así que por la tarde nos fuimos de paseo por la urbanización; llegamos hasta los columpios y nos contagiamos y contagiamos sonrisas por el camino.
Es increíble el gran poder que puede alcanzar un gesto tan simple, sencillo y cotidiano como éste... Con una sonrisa se puede conseguir todo, empezando por el bienestar (o biensentir) de uno mismo. Cada vez que mis niños me sonríen se me olvida cualquier cosa que estuviera pendiente de hacer o decir... Incluso regañar se me olvida... Soy de risa (y sonrisa) fácil, qué le voy a hacer...
Sonreir sería lo más perfecto del mundo si, en lugar de ejercitar 17 músculos faciales, ejercitara los abdominales, o los glúteos... Pero no. Sonreir no solo no adelgaza sino que a veces incluso engorda... Engorda el alma! A pesar de eso, las sonrisas son una de mis cosas favoritas y, por más muecas torcidas que encuentre en mi entorno, yo seguiré fiel a ellas.
Sí, soy fan de las sonrisas, mías y ajenas, haya o no una cámara enfrente...

Bea Conde-Corbal Fotografía Artística





2 comentarios:

Deja tu nombre y, si quieres, tu correo electrónico